Esta mañana, mientras preparaba mi bici para una salida en solitario he recibido un SMS de Santiago: "Si sales me apunto que estoy en Valencia". Dicho y hecho, se ha venido a mi casa y tras pertrecharse con lo necesario (calcetines ejecutivo recortados a tijera incluidos) hemos empezado camino hacia la ruta mítica del Saler. El objetivo, hacer 50km, dar la vuelta y volver a casa con un total de 100km. En la zona de la Ronda Nord, dos tirones de Santiago a 42km/h me han hecho pensar: este cabroncete me va a llevar 30km con la lengua fuera y los otros 70 vamos a ir a 20km/h. La verdad, no se que mala costumbre tengo de subestimar al bueno de Santi. Al llegar a la carretera del Saler manteniamos un ritmo constante de entre 34-38 km/h con viento en calma y mucha tranquilidad. Hemos llegado al Mareny Blau y tras saludar a Dani (amigo de Santi), nos volvemos hacia Valencia, con la suerte o desgracia de que al incorporarnos a la carretera pasa un grupo de 5 individuos de unos 45 años, con perfecto depilado y moreno de entrenamiento perpetuo. Decido unilateralmente darles alcance y ponerme detras de ellos. Santi accede. Tras un rato a rebufo del pelotoncillo, pienso que se podrían mosquear, y al llegar al final del Perelló, coincidiendo con que adelantabamos a otro grupete y aprovechando la confusion, me pongo a 40 km/h y demarro. Al poco siento algo veloz por mi izquierda, me giro y era Santi. Le pillo la rueda, miro el cuenta: 45.1km/h. Al bajar a 40 le doy relevo y decido mantener a 39 cuando tres de los del grupo que creíamos abandonados nos pasan en pie en la bici cual sprint del tour. Cuando me disponía a decir, que trio de flipaos, salta Santiago detras de ellos y vuelvo a tirar detrás para no quedarme solo. Al poco, otra vez los tres de antes, ahora ya echando el hígado, en pie en la bici, pero al adelantarnos se han sentado y se han ido para atrás. Al llegar al Saler han desaparecido y nos hubiéramos apuntado la victoria de etapa de no ser por la última sorpresa... al llegar al puentecito que hay después de Pinedo, donde ya íbamos paseando y descansando del pique con el trío calavera, nos adelanta un especimen del palo: camiseta de algodón roja, bañador pirata Decathlon algo raído, zapatillas casual con correitas a modo de calapies y una gorra de rejilla rosa, montado en una bici del paleozoico, de hierro colado. El tío no dejaba de mirar para atrás y no lo podíamos creer. Lo estaba dando todo. La verdad es que a duras penas superaba los 30 km/h, pero llegaba otro puente, se ponía en pie y miraba hacia atrás buscándonos para tomar referencias. Santi no, no.... Ahí estábamos persiguiendo al de la gorra de rejilla rosa que nos había tomado algo de ventaja. Le recortábamos metros a cientos pero en la subida del puente de Nazaret me he dicho: que coño, que se lleve la victoria de etapa que se la ha ganado por el esfuerzo que le ha echado. Y así le hemos dejado entrar en Valencia delante y hemos girado por el puente hacia la Ronda nord para ir a mi casa. Aun así Santiago seguía a 38-39 km/h. Joder!! Que mañana me ha dado.. Está muy fuerte.
Espero que se recupere del gemelo y pueda entrenar la carrera a pie para Roth porque tal y como le veo en bici lo puede hacer muy, muy bien.
La salida de hoy ha sido divertidísima. 94km muy vivos que podríamos calificar de series, porque nos hemos hinchado a dar tirones de todos los colores. Espero que si la mudanza me lo permite, podamos repetir el Domingo que viene. Esta vez la salida desde la rotonda del Saler. De nuevo mi casa. Vuelvo a vivir a Valencia. Que ilusión. Me muero de ganas. Ya os contare... de momento mañana a correr y seguir con las rutinas de entrenamiento, mezclado con la mudanza y el trabajo, pues ya solo quedan 55 días para el CHALLENGE-ROTH 2010.
Ale
