Siempre he dicho que uno de los días más tristes de mi vida fue aquel en el que mi madre, negro sobre blanco, me explicó quienes eran Papá Noël y los Reyes Magos. Al principio no quise creerlo, pero poco a poco me fui dando cuenta de que todo cuadraba. Supongo que esto le ha pasado a todo el mundo, pero a mi me sentó realmente mal. De hecho, he estado peleado con la celebración de la Navidad el resto de mi vida. Ahora, casi 30 años después, veo a mi hijo Pablo ilusionado y sin saberlo ha sido capaz de transmitirme esa ilusión a mí. Espera la llegada de Papael (como él le llama) con la misma ilusión que lo hacía yo y supongo que como todos los niños, pero ahora tanto tiempo después vuelvo a tener ganas de que llegue la Navidad para vivirla especialmente con él y por supuesto con el resto de la familia. Obviamente también con Jorge, pero es tan pequeñito que no se entera y no se le puede explicar...
Dicho lo cual me atrevo a pedir un poco de sensatez, otro poco de lucidez y una dotación de paciencia para saber afrontar los obstáculos con que nos encontramos a diario.
Para vosotros, que leéis el Blog, os deseo que seáis todo lo felices que queráis ser, que no os falte aquello que necesitéis y que logréis conquistar las metas por las que luchéis.
Por último desearos a todos desde aquí, que paséis muy buenas fiestas con los vuestros.
2 comentarios:
Pasa unos días felices con tus nanos y tu familia, Feliz Navidad. Un abrazo.
Feliz crisismas!
Este año a por el sub 3:30 y sub 10:30
Ya sabes...
Un abrazo energético!
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