Aunque en este blog solo suelo escribir de deporte, esta vez, y sin que sirva de precedente no lo voy a hacer. Que por qué? Porque por gracia o por desgracia no tengo absolutamente nada que contar en ese aspecto. Los acontecimientos me han superado en ciertos momentos y ahora lo único que necesito es descansar y disfrutar.

Como ya sabréis, el 10 de Agosto, día del cumpleaños de Pablo, nació Jorge, nuestro segundo hijo. Hasta ahí todo iría perfecto, de no ser porque los primeros días fueron un poco de lado. Ingresaron al pequeño en neonatos por unos problemillas leves, pero que te lo quiten de la habitación y te restrinjan las visitas a media hora dos veces al día es muy jodido. Luego te dejan ir a darle biberones cada tres horas, pero eso, aunque lo ves constantemente, se hace duro cuando ya no estas en el hospital. Con esto, mientras estaba en Valencia salí un día a correr con resultados nefastos y eso sí, he ido yendo al gimnasio habitualmente a intentar reforzar un poco mi maltrecho hombro. Desde que nos vinimos a Javea ya nos hemos dedicado en cuerpo y alma a los dos pequeños. Ahora ya estamos bien, y no hago mas que preguntarme como va a ser mi
reentré en Septiembre.
La idea es entrenar la parte blanda de la carrera a pie doblando con piscina por las noches, ya que durante todo el mes de septiembre y hasta la travesía, tendré que nadar de 10.000 a 15.000m a la semana. La ventaja es que no tengo ninguna exigencia de ritmo lo que me tranquiliza bastante, y como lo hago por diversión llegaré hasta donde el hombro me deje y punto. Después de la travesía, empezaré con las sesiones duras de correr: series de velocidad, cuestas y largos. Supongo que al final de la primera semana de octubre seré capaz de decidir el ritmo al que correré en NYC.
ALE