Un día en el verano de 2006 empecé a correr. Unas cosas me llevaron a otras hasta cruzar la meta del IRONMAN SWITZERLAND '08. "La vida es un cúmulo de casualidades"

domingo, 20 de junio de 2010

QUEDAN 30 DIAS...

Parece que no, pero el tiempo va pasando y el gran día se acerca. Desde los fuegos artificiales de la meta del año pasado allá en Roth, han pasado 330 días. Ahora solo quedan 30 para estar por tercera vez en la salida de un IRONMAN. Es cierto que cada uno es especial, porque conlleva muchos meses de entrenamiento asociados. Personas que influyen de manera especial. Historias que se entremezclan y te hacen verlo y afrontarlo de una manera diferente. A todos se les guarda un cariño especial. Ahora en estos días previos al viaje hacia Alemania, te empiezan a abordar las dudas. He entrenando pensando en un objetivo, pero no se si sere capaz de conseguirlo y te entra miedo a fallar. A fallarte a ti mismo, porque evidentemente terminar es un éxito, pero siempre vas con objetivos renovados.

Esta semana el entrenamiento ha sido duro, con dos sesiones de carrera a pie, una de ellas con cuestas. Dos sesiones de piscina: una de relax por el dolor del hombro y una segunda en series de 1000 (alguna de palas). Una sesion de ciclismo de 45 km muy, muy intensa. Una transicion 30km/5Km a muy buen ritmo y por ultimo el largo de bici del Sabado por la mañana.
Salia tarde, a las 11.45, ya que a primera hora era el festival del cole de Pablo (estuvo enorme), y al terminar me fui para Javea. Elisa vendría con el pequeño en coche.
La primera parte hasta Gandía fue muy rápida, pero tras la paradiña para rellenar el bidón empezaba el suplicio. Un viento fortísimo de frente me castigaba por los tres tramos llanos que me quedaban: los pueblecitos hasta Oliva, la carretera de Oliva Nova y la carretera de Las Marinas en denia. Al llegar a Denia, bastante cansado por el azote constante del viento, pensé que llegaba lo fácil, subir el Montgó y bajarlo y a casa, pero al iniciar el ascenso, a una nube le dió por remojarme... me vino a la mente aquella mañana fria de Zurich en la que pasé frio, me mojé y por fin me convertí en el que era mi sueño, ser un IRONMAN; así que llegué a la cima y bajé hasta mi casa en Jávea en la que fue una salida variada pero dura.
El Domingo como siempre, descanso. Playita con el enano y Elisa para mañana volver a la carga.
Ya queda menos, ahora solo quiero cuidarme lo máximo para llegar en buenas condiciones para que el día 18 pueda darlo todo.

ALE

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