Tras el paseíto de rigor con risita floja, fuimos al RCN A Coruña al briefing, donde remataron la faena con las previsiones. Se nadaría por el recorrido de "seguridad" pues rodear la torre iba a ser demasiado peligroso y como es lógico la organización no quería arriesgarse a perder a nadie. Recogimos gorros, acreditaciones, etc... y a casa a cenar. El día no dio para mucho mas que para un plato de pasta y a intentar dormir un poquito.
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Salimos del Club pasando por al lado de los barcos, y encaramos la punta del dique de abrigo donde estaba aproximadamente el Km 2. Hasta ahi la cosa bien. Cuando sacaba la cabeza para respirar veo a las gaviotas supercerca observándonos y supongo que decidiendo si somos comida o gilipollas. Creo que optaron por lo segundo porque no atacaban. Ritmo tranquilo y aun veo a gente del grupo cerca pero ya nos hemos desperdigado mucho. Bueno, pues tampoco es para tanto esto de las olas no?
Joooooooooderrrr! Al dar la vuelta al dique, nos dicen que enfoquemos hacia la Torre de Hercules, que debajo esta la boya del km 5. El mar de fondo era tal que cuando estábamos en la parte de abajo de la ola, desparecía todo y un segundo después reaparecía la torre y el resto de la ciudad. La estampa era preciosa pero asustaba que no veas. De la profundidad y la posible existencia de bichos malos por debajo no quiero ni hablar. Al ritmo irregular que llevábamos por culpa del mar, se añadía que empezaba a notar el roce del neopreno en el cuello pero sigo hasta llegar a la boya, justo debajo de la torre. En un momento de este tramo, me doy cuenta de que empieza a llover y solo se me ocurre pensar: " que guay que no esta la bici fuera mojándose...". Al poquito paró de llover y al sacar la cabeza por la derechaveía unos rayos de sol y a la izquierda el arco iris. Que pasada! Ya llevo la mitaaaaaaaaaaddddd Mi gemeloooo! Inoportuna rampa mientras trataba de tomarme un gel y beber un poco. Menos mal que apareció Pedro, me trincó el pie y todo volvió a su sitio. Pero claro, si se ha subido una vez, por que no otra... así que ya estuve todo el regreso estirando cada varias brazadas para evitar otro enganchón. Con todo y con esto sigo. Ahora se trataba de buscar la punta del dique pero claro, si una montaña con una torre no se veía, imagina un dique... así que me tocó nadar prácticamente a ciegas dirigido por la zodiac que me acompañaba y de vez en cuando al mirar hacia adelante veía el barco hospital con su banderola naranja que hacía de referencia. Cuando me fui acercando ya fui viendo la referencia. Algunas veces veía a Pedro por mis alrededores y me alegraba porque me sentía acompañado. Por fín llego al dique y le doy la vuelta. Desde la Zodiac me indican que enfoque el castillo y sin demorarme encaro y me pongo a nadar. El mar ahora estaba planchado. Ahi estaba yo, entrando por el centro del puerto de la Coruña, con dos Zodiacs escoltándome y nadando a buen ritmo. El hombro a esta alturas me dolía un horror, pero si o si lo iba a conseguir. Me acordé de Angel que como siempre me ha ayudado a entrenar; te hubiera encantado estar allí nadando conmigo, en paralelo, como en la piscina... Otro año te vienes. Cuando miraba a los de las barcas, veía como se fijaban en mi expresión para intentar adivinar como me encontraba. De vez en cuando me daban ánimos pero yo ya solo imaginaba a Elisa y a Pablo esperándome en la rampa y ya casi sin poder sacar el brazo del agua del dolor, seguí hasta embocar el Club Náutico. Últimos metros entre los barcos y la gente que miraba desde tierra aplaudía. Saco la cabeza por mi izquierda y la gente que venía acompañándome desde la boya en la neumática me sonreía. Que momentazo! Ya veo la rampa y tres voluntarios me esperan para ayudarme, también veo a Jose M. que había llegado ya hacía un rato y al poner los pies en el suelo nos abrazamos y grité el celebre: TOMAAAA!!!
Subo la rampa y saltándose el perímetro venía corriendo Pablo al grito de PAPIIII y le cogí en brazos. Elisa estaba detrás haciéndome fotos y nos abrazamos. También estaban Fer y Claudia, Marta con los niños...
En resumen una aventurilla más que no hubiera sido posible de no ser por Jose Miguel y Marta que nos acogieron en su casa y nos han hecho sentir como en la nuestra.
A las 7 suena el despertador pero ya llevaba bastante rato despierto, supongo que la altura a la que tenía las bolingas no me dejaba respirar... Desayuno ligero, y al Club Náutico desde donde salía la prueba. Neopreno, Josefo pierde el gorro, lo busca, no lo encuentra, lo descalifican, bueno va no!, nada con el suyo y cuando menos nos damos cuenta tenemos los pies en el agua..... AGGGGRGRGRGRGRGHHHH!!!!!! Que fría! Aproximadamente a la temperatura que está aquí en Febrero-Marzo. El juez arbitro nos reúne y pita.
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Salimos del Club pasando por al lado de los barcos, y encaramos la punta del dique de abrigo donde estaba aproximadamente el Km 2. Hasta ahi la cosa bien. Cuando sacaba la cabeza para respirar veo a las gaviotas supercerca observándonos y supongo que decidiendo si somos comida o gilipollas. Creo que optaron por lo segundo porque no atacaban. Ritmo tranquilo y aun veo a gente del grupo cerca pero ya nos hemos desperdigado mucho. Bueno, pues tampoco es para tanto esto de las olas no?
Joooooooooderrrr! Al dar la vuelta al dique, nos dicen que enfoquemos hacia la Torre de Hercules, que debajo esta la boya del km 5. El mar de fondo era tal que cuando estábamos en la parte de abajo de la ola, desparecía todo y un segundo después reaparecía la torre y el resto de la ciudad. La estampa era preciosa pero asustaba que no veas. De la profundidad y la posible existencia de bichos malos por debajo no quiero ni hablar. Al ritmo irregular que llevábamos por culpa del mar, se añadía que empezaba a notar el roce del neopreno en el cuello pero sigo hasta llegar a la boya, justo debajo de la torre. En un momento de este tramo, me doy cuenta de que empieza a llover y solo se me ocurre pensar: " que guay que no esta la bici fuera mojándose...". Al poquito paró de llover y al sacar la cabeza por la derechaveía unos rayos de sol y a la izquierda el arco iris. Que pasada! Ya llevo la mitaaaaaaaaaaddddd Mi gemeloooo! Inoportuna rampa mientras trataba de tomarme un gel y beber un poco. Menos mal que apareció Pedro, me trincó el pie y todo volvió a su sitio. Pero claro, si se ha subido una vez, por que no otra... así que ya estuve todo el regreso estirando cada varias brazadas para evitar otro enganchón. Con todo y con esto sigo. Ahora se trataba de buscar la punta del dique pero claro, si una montaña con una torre no se veía, imagina un dique... así que me tocó nadar prácticamente a ciegas dirigido por la zodiac que me acompañaba y de vez en cuando al mirar hacia adelante veía el barco hospital con su banderola naranja que hacía de referencia. Cuando me fui acercando ya fui viendo la referencia. Algunas veces veía a Pedro por mis alrededores y me alegraba porque me sentía acompañado. Por fín llego al dique y le doy la vuelta. Desde la Zodiac me indican que enfoque el castillo y sin demorarme encaro y me pongo a nadar. El mar ahora estaba planchado. Ahi estaba yo, entrando por el centro del puerto de la Coruña, con dos Zodiacs escoltándome y nadando a buen ritmo. El hombro a esta alturas me dolía un horror, pero si o si lo iba a conseguir. Me acordé de Angel que como siempre me ha ayudado a entrenar; te hubiera encantado estar allí nadando conmigo, en paralelo, como en la piscina... Otro año te vienes. Cuando miraba a los de las barcas, veía como se fijaban en mi expresión para intentar adivinar como me encontraba. De vez en cuando me daban ánimos pero yo ya solo imaginaba a Elisa y a Pablo esperándome en la rampa y ya casi sin poder sacar el brazo del agua del dolor, seguí hasta embocar el Club Náutico. Últimos metros entre los barcos y la gente que miraba desde tierra aplaudía. Saco la cabeza por mi izquierda y la gente que venía acompañándome desde la boya en la neumática me sonreía. Que momentazo! Ya veo la rampa y tres voluntarios me esperan para ayudarme, también veo a Jose M. que había llegado ya hacía un rato y al poner los pies en el suelo nos abrazamos y grité el celebre: TOMAAAA!!!
Subo la rampa y saltándose el perímetro venía corriendo Pablo al grito de PAPIIII y le cogí en brazos. Elisa estaba detrás haciéndome fotos y nos abrazamos. También estaban Fer y Claudia, Marta con los niños...
Al poco llegó Pedro y bajé hasta el agua para esperarle y abrazarnos. Un ratín despues, el héroe, Santi, que acabó perfecto y feliz.
En resumen una aventurilla más que no hubiera sido posible de no ser por Jose Miguel y Marta que nos acogieron en su casa y nos han hecho sentir como en la nuestra.
Agradecimientos:
- Muy, muy especiales a nuestros anfitriones, incluyendo a Pedro, Fer y Claudia, Javi y Paula. Ha sido una gozada de fin de semana.
- A Elisa y Pablo por venir y estar conmigo apoyando. Sois los mejores. Os quiero mil (también a Jorge que aunque no ha venido seguro que quería)
- A Santi, por liarnos. Que suerte que repites en Barcelona el Sábado que viene!
- A la organización de la prueba, Carmen, David, los médicos y todos los voluntarios. 106 personas, 33 embarcaciones. Un despliegue espectacular para que 40 chalados se tiren al mar en busca de un sueño, de un objetivo: Ser Finisher en otra prueba de resistencia y como dicen allí, ya puedo gritar : FIXELA!!!!!!
ALE
2 comentarios:
Joooderrrr, impresionante!
de aquí a la Titan Nissan Desert? o al Maraton des Sables?
Enhorabuena!!!
Miguel Angel
Tengo la piel de gallina. Eres un fuera de serie. ENHORABUENA!!!!!!
Paz
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